Talegón, Agarzón y otros tronistas del montón

Los años vividos por las nuevas generaciones no están, no existen, están siendo circunvalados por la CT. Todo se referencia a esas fechas establecidas como las doradas y las únicas, borrando año tras año, década tras década, las aportaciones de los nuevos. Los jóvenes miran el relato de la CT como un universo ficticio, que les atañe por repetición, pero no por vivencia: un mundo que sale por la tele y que no está en sus vidas, como los barrios de telecomedia. Un relato extraterrestre. Ellos no se ven porque no aparecen. El retrato de la juventud en los medios oscila ente el habitual programa de chavales musculosos que ejecutan sus armas de seducción con jamelgas de extrarradio, y el sufrido espacio de “tendencias” (…). La nueva generación, para no ser eliminada de la visión pública, ha tenido que sacrificarse y darle al bíceps, y así participar en los espacios donde les dan cobertura y público, o sea, existencia. Como no atendían a lo que hacían, han hecho aquello con lo que les atienden. Los jóvenes aparecen en los medios mediante la líbido y la acrobacia. Su cultura aparece como sexo y ejercicio. Se da cuenta de la nueva gente como se ha dado cuenta de la cultura de internet: mostrándolo como la no cultura

Raúl Minchinela en ‘CT o Cultura de la Transición: crítica a 35 años de cultura española’. La negrita es mía.

Cuando hace año y pico empecé casi a la vez a ver Mujeres, Hombres y Viceversa y a seguir a Alberto Garzón en Twitter jamás pensé que estos dos hechos pudieran tener algún tipo de relación entre sí. Hasta anteayer, cuando escuché a Beatriz Talegón en La Sexta Noche y empecé a atar cabos acerca de un, digamos, ‘nudismo político’ que creía que sólo afectaba a personajes como Miguel Ángel Revilla. Pero no. Los cuadros jóvenes se lo están montando muy bien en este sentido.

El primero que se me viene a la mente, CLARO, es Alberto Garzón. De él sabemos, vía Twitter, prácticamente toda su vida y alguna cosita de lo que hace en el trabajo. Nos tiene puntualmente informados de las fechas de sus bolos conferencias. Sabemos que le robaron la bici “por culpa de los recortes”. Sabemos lo que lleva puesto. Conocemos sus listas en Spotify. Los medios más mainstream recogieron que lo pasaba mal porque usaba camisas. Sabemos de él, en definitiva, lo mismo que sabríamos de Mario Casas si concediera una entrevista a nuestra querida revista Super Pop, incluido  el poster central. Todos estos datos no es que los haya buscado yo con un ahínco desaforado, es que él mismo los ha hecho públicos para dejarnos cristalino que es ‘uno más’. En fin, que no he tenido que ejercer de paparazzi, sino que él mismo ‘ha llamado a la prensa’. Esto empieza a despertar susceptibilidades incluso entre los antiguos fans. Alberto Garzón me da muchísima envidia, aclaro, porque es productivísimo y su rendición de cuentas es jodidamente admirable, tan grande que cabe hasta en revistas musicales.

Pero todo tiene su reverso, e igual que las contradicciones del capitalismo ahí están, la desgracia de Alberto Garzón es que ha sido precisamente esa herramienta que, según él afirma aquí, idiotiza y que es Twitter (cabe matizar que, como toda herramienta, dependerá del uso que se haga de ella su bondad o maldad), la que le ha aupado a él y la que dio forma al 15-M de donde él recuerda que salió y con el que vive un romance muy que sí, que no, que nunca te decides. Alberto Garzón critica la posmodernidad siendo él un producto profundamente posmoderno. Por eso nos tiene que aclarar que comparte un coche que tiene 15 años con su hermano pequeño, para que parezca que la contradicción no es tan grande. Pero bueno, ya conocemos un poco la estrategia ‘sopas y sorber’ del Premio Diputado 2.0. A Alberto Garzón, y aquí reside la gran debilidad de su mensaje, le viene tan bien que la gente no sepa de filosofía, historia o economía -y que vaya tirando de cuatro consignas y cuatro clicks- como a un diputado del PP: todo depende de en qué lado de la horda quiera situarse el votante potencial. Prueben a echar un ojo a alguno de los libros que ha publicado recientemente: capítulos titulados ‘los de arriba contra los de abajo’. Realidades sin matices, sencillas, libros de extensión irrisoria. Y todo esto en un país con un porcentaje altísimo de población universitaria que a priori debería de saber destripar textos más complejos, siendo esos universitarios, supongo, uno de los targets de IU. No sé, a mí me parece un poco insultante.

Sin título
“… y entonces patronal y sindicatos se reunieron en 2013 y abordaron el galopante problema del paro juvenil poniéndose pegatinas en las solapas”. El futuro libro de Historia de España de tus hijos.

Y a esa simplicidad se añade el perdón por adelantado. Somos jóvenes, vírgenes y puros, incorruptibles. Ni tengo ni tendré jamás un coche oficial, el poder no me cambiará (taaaan 2004 esto). Yo también fui becario. Soy uno de los vuestros. Estoy en el Congreso, pero también en la calle (contra ‘los otros’ del Congreso con los que se supone que en algún momento debería llegar a algún acuerdo, pero EH). Siendo justos, Alberto Garzón ha moderado muchísimo el tono con respecto a los parlamentarios, como se puede escuchar aquí. Pero una a lo mejor pide demasiado sugiriéndole a Alberto Garzón que se aleje del cliché y el lugar común. Y no sólo vistiendo de Springfield, sino en los contenidos que difunde. Porque cualquier crítica o puntualización es tachada por él de pre-ánimo de ofender, de que ‘no entendemos’ (en el propio post de Twitter y la posmodernidad ya te dice que ‘vuelvas a leer’ si has entendido x, porque no quería decir eso). El foco de la culpa está irremediablemente en el otro.

… y entonces llegó ella

Pero hete aquí que continuamos para bingo y Alberto Garzón no se queda solo. La llegada a la fama de Beatriz Talegón es distinta, eso sí: ella ya era aparatazo. Por la razón que sea, las redes sociales, y pocas horas después, los medios de comunicación llamados ‘tradicionales’ se hacen cargo de una intervención suya ante jefazos del partido. Ya es famosa –porque ser famoso sólo en HINTERNEC todavía es MEH- y opta por aprovechar el tirón. Lo que me inquieta:

– Si echamos un ojo a su participación en La Sexta Noche y en El Gran Debate, tanto la forma en que la abordan tertulianos y presentadores como las respuestas de Tronista Talegón son de un naïf insultante. La mecen y se deja mecer. Una mezcla insufrible de Jot Down, los niños de Juan Imedio y Jorge Javier llevándose a un set aparte a Belén Esteban para que le explique que está recuperándose de su adicción a ciertas sustancias.

– En cierta forma, y quizá como otra dimensión de con la crisis de #LaProfesión de la que hablábamos sucintamente aquí, el formato televisivo no ayuda nada a que podamos llegar a tomarnos en serio al personaje. Vacía más si cabe un discurso ya vacío. Nos creemos muy informados porque vemos un programa de “actualidad”. Estamos tan concienciados con “lo que pasa” que nos quedamos el sábado a la noche en casa para hacernos cargo de la situación política y de dramas personales, en vez de estar por ahí de copas, pero:

  • Realidad 1: No tienes un puto duro para gastártelo en cubatas.
  • Realidad 2: Recordemos que el día anterior en la misma franja horaria y misma cadena teníamos a Carmen Bazán contándonos su vida de un modo parecido al que lo hace Beatriz Talegón, detallando quién la besa, quién se preocupa, quién la llama, quién no. Con los respectivos presentadores llevándolas a ambas por donde querían. Las dos, con más o menos idiomas, con más o menos estudios, con más o menos IDEALES, oponiendo cero resistencia a ese tipo de tratamiento. Ojos semicerrados, como cuando Belén Esteban “nos abre su corazón”. Con diferentes tertulianos quizá, pero con unos y los otros ahondando en lo mismo: cómo SE SIENTEN Beatriz Talegón y Carmen Bazán. Peligrosísimo. Nuestra gente del prime time del sábado noche se cree superior a los concursantes de Gran Hermano. Pero no dejan de ser tronistas de la actualidad para los que lo más importante no es poner el foco sobre el fondo de los problemas, sino dar carnaza relativamente fácil de digerir. No seáis ecuánimes, no sea que no os lleguen los aplausos de ninguna parte. La función de la tele, la que ha tenido siempre: hacerte creer que controlas del tema.

– El punto más en común con Alberto Garzón: la excusatio non petita de los cojones por cosas como tener un sueldo determinado (porque El Pueblo ™ quiere que no roben y además no cobren, claro. El Pueblo ™ quiere un gobierno de monitores de los Boy Scouts), dar más detalles de tu vida personal que de en qué consiste tu trabajo. La excusa preventiva, la venda antes de la herida, el decir primero de todo que no viaja en primera clase “por principios”, como si fuera algo relevante. Pongamos el foco en los coches oficiales, que si no estos hijos de puta no se enteran de nada. Sí señor: demos bien de qué hablar a esa derecha que ve un crimen en que un sindicalista tome una cerveza entrando en su juego y dando cuenta de cuando nos sacamos un moco. Hasta nuestra venerada Carmina Ordóñez en La Máquina de la Verdad se limitaba simplemente a contar su vida y pasar por caja. Beatriz Talegón nos la cuenta para pedir perdón por adelantado por no sabemos muy bien qué. Herriak ez du barkatuko. Rellenar el vacío más absoluto llenándolo de cosas que parecen contundentes y son terriblemente accesorias. La luna y el dedo y todo eso. ¿El cambio que propone, más allá de pasar de hoteles de cinco estrellas a quizá, otros de tres? Ni idea.

Cuidadito porque entre los tres igual nos salvan España. Seguro.

– Mi apuesta: o dejamos de saber de ella la semana que viene o va derecha al reality de famosos tirándose de un trampolín. Háganse cargo de que los militantes políticos que se queman antes de lo previsto o ven que el facilitador de turno del partido no les da el puesto que ellos quieren, se reinventan tirando por la calle de en medio. Carpe diem. Tenemos, por lo visto, los partidos llenos de potenciales Yolas Berrocales –de ambos sexos- a las cuales sus salidas en televisión las transforman en Yolas Berrocales de facto. Como los hipsters, todos se creen especiales. Y todos son iguales. Posmodernidad sin cortar. ¿Que seguimos sabiendo de ella la semana que viene? Propongo darle otra vuelta de tuerca al showbiz: Beatriz Talegón debatiendo con Rafa Mora como afectado de las preferentes de Bankia. No es broma.

¿No es terrible el parecido con la respuesta a la quinta pregunta empezando por abajo de aquí? (Y ese ‘decidimos’. Ay)

La situación es si cabe más dolorosa al certificar que se trata de políticos de izquierda. Yo creí que la izquierda servía para solucionar problemas, pero resulta que no, que se parece más a apuntarse a clase de yoga. Es algo para hacerle a uno sentirse bien, una amalgama que hace las veces de autoexcusa preventiva, signo de pureza e incorruptibilidad y últimamente pasaporte a la fama. Aquí ya en ningún sitio se trata de hacer nada juntos o siquiera de discutir o matizar. Se trata de que veas  lo buena persona que soy, lo cerca que estoy de tu sufrimiento y todo eso.

Y puedo pensar bien y querer creer, siguiendo la cita que inicia este post, que estos chicos al final se prestan a este circo de la exhibición -e incluso un poquito de pornografía- constante porque realmente los mass media no les dejan otra manera de hacerlo. Que mejor esta suerte de Sálvame que no salir en ningún sitio. Que quizá hasta lo hacen por nosotros. Que dentro de ellos hay una estrella y si lo desean, brillará. Pero no veo más allá de oportunismo. No necesariamente un oportunismo individualista, pero sí tremendamente simplificador. Una especie de anhelo de salvación de sus congéneres, que nosotros no comprendemos porque ellos se manejan en ‘marcos heterodoxos’, que le gusta decir a Garzón. Pero a lo mejor tendremos que hacer frente aquí y ahora que a todos -sí, quizá Ada Colau incluida-, nos importaba tres cojones esta ‘selección de élites’ que ahora estamos padeciendo, la solidez de nuestras instituciones, la Constitución, la troika y su puta madre o si las cosas eran Cultura de la Transición o no (vive Dios, ¿qué hay más jodidamente CT que la casita en propiedad?) hasta antesdeayer.

Ahora, como cuando uno trata de salir como sea de una mala relación y empezar de cero/reiniciar el sistema/whatever, queremos dar el portazo, y nos venden toda esta mierda como ‘aire fresco’. Y no. Yo no compro. Por dos razones: porque el hecho de que pretendan ‘no tener nada que ver con lo anterior’ no los convierte en buenos; y porque sí que tienen que ver con lo mismo de siempre, con el cambiar para que nada cambie, y muchísimo además.  Y puede que a la gente ahora mismo no le apetezca demasiado experimentar sin saber a dónde queremos llegar. O simplemente, que no se  pueda permitir jugar a “la revolución” (Talegón dixit) o a “la superación del capitalismo” (Garzón dixit), y cuando se canse volver a casa de papá y mamá, como pasó en los 60.

Mientras tanto, la Generación Perdida ™ sigue en el váter, potando. Igual que en 1988. Igual que en 1992, cuando todo iba a cambiar. El último, que tire de la cadena.

Pero todo esto lo explica mucho mejor Jorge Barraza aquí.

One response to “Talegón, Agarzón y otros tronistas del montón

  1. Muy buena reflexión, aunque me encantaría que explicarás el por qué de ese “Ada Colau incluida”, porque, por mucho que me esfuerzo, no puedo compararla con los otros dos casos que describes.

  2. Si nos ponemos estrictos con el contexto, ese Ada Colau incluida quiere decir exactamente lo que dice ahí. No sé si la situación personal de esta señora ha sido también la de perder su casa, pero lo que quiero decir es que todo eso que enumero, de no haberse dado esa circunstancia (o de no haberse ella dedicado a abanderar la causa), le hubiera importado nada y menos (como a todos nosotros de no haber perdido el trabajo, etc.)
    Si quieres que vaya más allá, de Ada Colau se ha hablado largo y tendido, y no parece que a ella le haya importado bastante. Y lo de la PAH es casi peor: es el síntoma de que en España no hay sociedad civil. No puedes ir y mandar una carta a los grupos parlamentarios diciendo que si se modifican los mínimos que tú dices acerca de la ILP se les responsabiliza de las muertes por desahucio (explicación peregrina de cojones y peligrosísima, por cierto), entre otras cosas. Eso no es sociedad civil. Eso es otra cosa.

  3. La verdad es que los tres casos que citas no tienen absolutamente nada que ver entre si. Si lo que tratas es meter a los tres en el mismo saco, lo siento, no cuela.

  4. Veo muy positivo lo que está pasando independientemente de estar más acuerdo o en desacuerdo con los personajes que citas.

    a) @agarzon demuestra que puede unos generar una visibilidad que le de poder orgánico usando la exposición social, como @agarzon otros también. Esto es indudablemente mejor que el usar el francés como idioma de trabajo de los wannabe’s de la política.

    b) Son las teles y radios los que se ven obligados a poner lo que “es noticia” generada al margen de ellos cuando acostumbraban a marcar la actualidad. Esto le pone un poco de los nervios al falangista Cebrián. Sólo por eso, vale la pena.

    c) Del mismo modo se ha generado un mecanismo nuevo de pinchar a los políticos ante el cual aún no saben como reaccionar, y a menuda revelan su inconsistencia.

    Y bueno, afortunadamente el rollo buenista de la CT se va acabando, y la gente ya cuestiona todo, y hay estupendos altavoces gratuitos para usar en medida e intensidad que se prefier.

  5. Obviamente, con un chándal del Chelsea no se podía ir muy lejos, puro esnobismo intelectual. Se puede saber qué problema hay con Ada Colau? A qué viene? Y con Alberto Garzón? Si le dedicaras mucho más texto a criticar su ideología que a la publicación de su lista de Spotify entendería tu crítica, que es sólo estética y nada de ética, pero le dedicas tanto espacio a lo primero y tan poco a lo segundo que me parece que la tronista eres tú. Comparar a Colau y a Garzón con Talegón es estúpido.

  6. Que se puede esperar de una fan de Mujeres, Hombres y Viceversa, ¡¡¡ y ni más ni menos que desde hace un año, guau !!! Mira bonita se te ha pasado relacionar a tus amigas la mama de “Andreita comete el pollo” y su fina filosofía. Que enorme perdida de tiempo leer tus elucubraciones fachitas, pero te prometo que no volverá a ocurrir y no te molestes en contestarme no estar ya aquí para escucharte. Un “barcenas”.

  7. Eres la ex de agarzon, está claro. Es el típico documento escrito desde la rabia. Convencida estoy de que te dejó en una relación pasada. No se puede entender de otra forma. Desde luego la seriedad no es la fuente de esta estupidez.

    – Agarzon es un intelectual. A lo mejor te jode, pero lo es. Su formación es reconocida por sus adversarios serios. El propio ministro Guindos se lo reconoció recientemente en un debate al que jamás aspirará a llegar la que escribió este documento. Toma, para que aprendas: http://youtu.be/vo5zkg_ZMms Que no opines igual que él me parece estupendo, pero es más leído que la inmensa mayoría del parlamento y de la población española es seguro.

    – Destacas hechos absurdos de Agarzon, como la música que escucha y las camisa que lleva. Vamos a ver, chiquilla, ¿tú crees que agarzon ha decidido decirlo él? ¿no se te pasa por la cabeza que la gente le pregunte y conteste educadamente? ¿Qué diría Anguita si le preguntan qué coche tiene o qué sueldo gana? ¿Tendría él la culpa de que eso fuese el titular y no la exposición ideológica?

    – Que agarzon conoce cómo funciona el mundo moderno está claro. Probablemente mejor que nosotras. Y que lo aprovecha para marcar un mejor target me parece estupendo. Pero si quieres criticarle usa sus libros, no gilipolleces.

    – Poco más que decir: abandona la obsesión por salud mental. Y cuando escribas un libro del nivel del último que ha escrito él, con referencias sociológicas, filosóficas y económicas que abruman y que trata de hacerlas fácil, nos cuentas qué llevas tú vestido. Y cuando escribas textos de formación económica y de teoría económica como los que escribe en su web en el apartado formación, nos vienes con la música que escuchas. Pero eso sí, cuando quieras soltar bilis que sea con alguien con quien puedas meterte de verdad. Será más fácil para tu estima no quedar así.

  8. Otra de las características comunes de estos tronistas es el fenómeno fan que les acompaña. Si consiguen una base sólida de aduladores perduran en el tiempo, si no, al cajón.

  9. Descuartizar al diputado Alberto Garzón por su cercanía en el uso de las RRSS es un poco… simplista. El parlamentario de IU tiene una intensa agenda de trabajo que relata para que se conozca, se pueda seguir y se pueda interactuar con ella. Para eso están los representantes elegidos democráticamente, no? Para ser accesibles, cercanos al ciudadano, estando a su disposición. Llamar “bolos” a charlas y encuentros, donde no obvia ninguna pregunta, todos los fines de semana, renunciando al descanso al que todo trabajador tiene derecho tampoco parece tener mucha lógica para la crítica pero, bueno, que le siga cundiendo sus habilidades comparativas, querido amigo. Un placer conocer su trabajo.

    http://casaquerida.com/2013/02/18/un-pasaporte-se-desvirga-con-dinero/

  10. Estaba echando un vistazo a wordpress para ver los blogs que tienen y me encuentro con el tuyo al que me asomo por aquello del título de la entrada, llamativo sin duda. Dado el tiempo que requiere hacer una entrada, sólo caben dos posibilidades: eres un reaccionario resentido o bien un desocupado y no precisamente en paro, como además tienes otros blogs con temática artística y en este te haces pasar por tía siendo tío, esta “boutade” tuya tiene el valor justo: ninguno.

  11. No, no, tía. Al próximo evento en el congreso EXIJO tertulia cuñada. Pídele la infraestructura a los Politikones y os montáis un circo en plan Carrusel Deportivo cuando la Super Bowl. @huyelobo, @namconiano, @wifi y amigos. Y @KANCILLER, QUE ME TIENE ENAMORADA. Entre tanta mierda me alegráis el día, de verdad.

    Ala, un abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *